Codio nació durante mi tercer año estudiando la carrera de Ingeniería Informática, en Sevilla. No fue algo que tuviese planeado, ni mucho menos. Fue simplemente consecuencia de un trabajo opcional para una asignatura.
La asignatura en cuestión fue Sistemas Operativos (SSOO), el profesor propuso un trabajo opcional que sumaría hasta dos puntos extra en la nota final de la asignatura. ¿La tarea? Implementar nuevas llamadas al sistema en un sistema operativo mínimo: xv6.
Al principio no tenía ni idea de cómo hacerlo, pero bueno, tras mucho investigar salí del paso. Lo importante es que el profesor me pidió hacer público todo lo desarrollado, paso a paso. Me explicó la importancia de contribuir a la comunidad de código abierto, de ayudar a otras personas con tus aportaciones (por pequeñas que sean).
No entendí muy bien lo que me dijo en realidad, o al menos no lo vi tan importante como claramente lo era para él. Sea como sea, por eso creé Codio, para compartir mis avances en esta tarea con la comunidad (y que me subiese la nota).
El nombre Codio no es casual, tiene su sentido
En aquel punto de la carrera no sabía programar bien en C, y entenderlo me costaba muchísimo. Cada error, cada fallo de compilación y cada concepto que no encajaba me ponían de mala leche. Codio es, literalmente, la mezcla de C y odio.
El logotipo también tiene su cosa
El logotipo de Codio es una mirada enfadada: un ojo cuya pupila contiene una C. Representa mi mala leche programando en C. Pero también simboliza algo más importante: seguir mirando, incluso cuando estás enfadado. No apartar la vista y resolver el problema por raro que sea.
¿Qué es Codio hoy?
Con el tiempo, Codio dejó de ser solo un blog para un trabajo universitario y se convirtió en un espacio donde escribo sobre tecnologías que considero interesantes, curiosidades frikis, cosas que he aprendido recientemente y quiero compartir... A veces incluso publico alguna que otra reflexión, más personal.
Este no es un blog de tutoriales perfectos ni de soluciones mágicas, etc. Es un sitio honesto sobre el proceso de aprender, equivocarse y avanzar. Además, hago lo posible porque sea gracioso, que no todo en la vida es estudiar o trabajar, ¡también hay que reírse y hacer el tonto!
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| Yo soy el que está detrás de todo |
